Ensayo. Las Intervenciones Estadounidenses en América Latina durante la Guerra Fría. Autora: Velia F. Márquez R.

Velia F. Márquez R.

 

Derecho Económico

Primer Ensayo

Las Intervenciones Estadounidenses en América Latina durante la Guerra Fría

  1. Introducción

         El presente trabajo tiene como propósito hacer una evaluación objetiva desde el punto de vista histórico, sobre la influencia e intervencionismo por parte de los Estados Unidos en América Latina durante la Guerra Fría. En un principio se estudiarán algunas de las intervenciones más representativas de la época; la guatemalteca que instauró un régimen militar en el país; la cubana, que culminó con el comienzo de la dictadura de Castro; la dominicana que cobró la vida de miles de civiles; y finalmente la chilena, que instauró la dictadura de Pinochet. El presente ensayo concluirá con la evaluación del Boom Latinoamericano, movimiento literario de la época que se vio profundamente influenciado por estas revoluciones y expresó el sentir de los latinoamericanos durante la Guerra Fría.

  1. Guatemala

Guatemala fue el primer país de Latinoamérica en sufrir una intervención  imperialista por parte de los Estados Unidos con el propósito de evitar la propagación del comunismo.[1] En 1944, después de más de diez años de dictadura, se derrocó al General Jorge Ubico, el cual llegó al poder gracias al apoyo estadounidense y convirtió a Guatemala en una república bananera, proceso que  inició durante la dictadura de Manuel Estrada Cabrera (1989-1920).[2] Una de las compañías que se volvieron más poderosas gracias a estas políticas, fue United Fruit Company, la cual consiguió gran poder económico y político gracias a la entrega gratuita de nuevas tierras de plantación, la exención de impuestos, la importación libre de impuestos, los bajos salarios y la concesión de la explotación de servicios públicos.[3] El poderío de la empresa llegó a ser tal, que la UFCo se adueñó de la red ferroviaria del país, único puerto del Atlántico y de la única flota de cargueros con acceso al mismo puerto.[4]

Hacia 1940, en la Universidad de San Carlos, se comenzó a gestar un movimiento de lucha contra la dictadura y en defensa de las libertades universitarias. En junio de 1944, el estudiantado comenzó la lucha formal contra la dictadura, la cual pronto abarcó a distintas facciones resentidas; como consecuencia el dictador renunció el 1 de julio del mismo año.[5]

El poder pasó a un triunvirato de generales ubiquistas y se nombró presidente provisional a Federico Ponce Vaides.[6] Sin embargo, el presidente provisional probó ser un autócrata a la par de Ubico. En la madrugada del 20 de octubre se inició una acción militar armada y después de 16 horas, fue derrocado el gobierno de Ponce Vaides y sustituido por la Junta Revolucionaria de Gobierno, integrada por Jacobo Arbenz Guzmán, Francisco Javier Arana y Jorge Toriello Garrido.[7]

En 1945 Juan José Arévalo, populista de Izquierda, fue elegido presidente.[8] Lo siguió Jacobo Arbenz, quien comenzó una serie de expropiaciones a monopolios imperialistas, entre los que incluyó a United Fruit Company.[9] El gobierno de Eisenhower intervino a favor de la compañía; interpretó la medida reformista como un intento del comunismo internacional de infiltrarse en América Latina y una agresión directa en contra de los E.E.U.U. Por lo anterior, el gobierno de Eisenhower tomó la decisión de intervenir en Guatemala con una operación que se denominó “Operation Success”.[10] En 1953, el presidente norteamericano aprobó el plan de la CIA y el Departamento de Estado para derrocar a Arbenz y reemplazarlo por el Coronel Carlos Castillo Armas.[11]

En 1954, Estados Unidos presionó a los demás países Latinoamericanos a firmar la “Declaración de Caracas”, la cual establecía que de allí en adelante, la respuesta a la instalación de un régimen comunista sería la acción conjunta del resto de los países del hemisferio. Dicha Declaración estaba claramente dirigida hacia Guatemala.[12] Ese mismo año, Arbenz intentó comprar armas a Estados Unidos, y ante su negativa recurrió a países de Europa Oriental.[13] A mediados de ese año, con el respaldo de la CIA, tropas del Coronel Castillo invadieron el país desde Honduras.[14] Arbenz huyó y se instauró en Guatemala un régimen militar apoyado por los E.E.U.U; entre las primeras medidas adoptadas por el nuevo gobierno se eliminó el partido comunista, se rompieron relaciones con Europa Occidental y se le restauraron las tierras a la UFCo.[15]

Las consecuencias sociales y económicas que tuvo dicha intervención fueron pauta para la región latinoamericana. Tras los eventos en Guatemala, las intervenciones de EEUU se extendieron a todo Latinoamérica, pues al ser el primer país en sufrir una intervención Estadounidense, marcó el principio de un período de cambios en toda la región. Asimismo, tras el “caso Arbenz” la región comenzó a radicalizarse, haciendo que E.E.U.U. se viera cada vez más comprometido con la situación latinoamericana, marcando así un compás en la guerra fría.

  • Cuba

En 1959 un golpe de Estado derrocó al dictador pro norteamericano, Fulgencio Batista, subiendo así al poder la revolución encabezada por Fidel Castro.[16] En los cuatro años siguientes a la revolución, Cuba se fue convirtiendo en una sociedad Socialista basada en el modelo soviético.[17] Las relaciones E.E.U.U-Cuba fueron empeorando, llegando a su cúspide cuando el gobierno cubano estableció los parámetros de un futuro acuerdo comercial bilateral con la URSS; el propósito de La Habana era aflojar los lazos de dependencia económica con E.E.U.U.[18] Ésta acción fue rechazada por la Casa Blanca, por lo que cuando Castro intentó adquirir armas del país norteamericano, ellos se negaron; como respuesta, Cuba recurrió a la U.R.S.S.[19] En 1960 se concretó finalmente el acuerdo comercial con Rusia, dándole acceso a Cuba a un importante préstamo para adquirir maquinaria soviética y petróleo.[20]

Sin embargo, cuando las refinerías norteamericanas se negaron a refinar el crudo Soviético adquirido por La Habana, el gobierno Cubano las expropió. Como reacción a lo anterior, el gobierno de Eisenhower canceló la cuota azucarera en Cuba, a lo que siguió la expropiación de grandes empresas industriales, agrarias y financieras pertenecientes a estadounidenses, por lo que EEUU recurrió a la “ley de control de expropiaciones” para ejercer presión; declaró un embargo comercial, favoreció la emigración en masa de exiliados y en 1916 rompió relaciones diplomáticas con el país caribeño.[21]

En 1961 John F. Kennedy subió a la presidencia de Estados Unidos de América y con éste cambio se inició una política de “enfoque de la estrategia flexible” en la política exterior de E.E.U.U. Esta estrategia incluyó la ayuda a emigrados anticastristas para realizar una invasión a Cuba que supusieron contaría con el apoyo de pueblo cubano.[22] Con el cambio de gobierno y bajo la suposición de que la operación sería tan exitosa como la de Guatemala, se puso en marcha la invasión de la isla.[23] En 1961, 1,500 disidentes del régimen cubano desembarcaron en playa Girón, en Bahía de Cochinos.[24] Sin embargo, y para mala suerte de los norteameicanos, la invasión tuvo una gran movilización política y militar en apoyo a Castro. 48 horas más tarde la operación había fracasado y 1,180 personas fueron detenidas por el gobierno cubano.[25]

Luego de la invasión, Castro buscó involucrar a la Unión Soviética directamente en las políticas cubanas.[26] Para los soviéticos, el instalar una base militar en Cuba suponía un aparejamiento de las condiciones geográficas con las bases americanas en Turquía.[27] Por esto, Kruschev le propuso a Castro poner misiles balísticos en Cuba, los cuales serían controlados por los rusos. Dichas acciones son conocidas como “la crisis de los misiles”.[28] En 1962, los americanos se percataron de la existencia de estos misiles, y mientras algunos consejeros del gobierno estadounidense argumentaban a favor de una invasión a Cuba, Kennedy optó por la “respuesta flexible”.[29] Ambos gobiernos llegaron a un acuerdo: Kennedy prometió retirar sus misiles de Turquía, siempre que Kruschev retirara los de Cuba.[30]

La finalización del conflicto cubano creó en el gobierno de E.E.U.U. una reacción de pánico, estableciéndose la política de “no a una segunda Cuba”; por lo que la estrategia del país pasó de buscar una “defensa hemisférica”, a combatir la “subversión interna” de los países latinoamericanos.[31]

De esta manera, en el contexto de la política de contención global del comunismo, Estados Unidos creó la llamada “Alianza para el Progreso”, la cual reflejó dicha política para Latinoamérica.[32] Fue a través de esta alianza que EEUU se comprometió a aportar asistencia financiera y económica de forma sistemática para el desarrollo económico, social y político de America Latina. Se contempló la inversión de 20,000 millones de dólares en diez años con el propósito de lograr reformas sociales sin necesidad de revoluciones violentas.[33]

La invasión Estadounidense en Cuba fue un hito de la guerra fría y sus consecuencias son tangibles aún hasta nuestros días. Los percances que la Doctrina Monroe tuvo y la desfachatez con la que E.E.U.U. intentó limitar la libertad de decisión de los cubanos no está limitada a ésta intervención, se ve repetida innumerables veces en toda la región. Por otro lado, es importante notar que ésta revolución fue la única que triunfó a pesar de los esfuerzos estadounidenses y en la que la voluntad general del pueblo se mantuvo por encima de la de los líderes norteamericanos. Sin embargo, esta guerra también tuvo comoresultado el aislamiento y consecuente subdesarrollo en la economía de la isla, situación que aún en la actualidad tiene graves repercusiones.

Asimismo, el endurecimiento de las políticas internacionales de Estados Unidos tras su derrota en Cuba, continuó afectando sus relaciones con los países del sur por muchas décadas más; ocasionando en muchos casos, el que se optara por la intervención directa o indirecta ante la posibilidad del establecimiento de un régimen socialista, no sólo en America Latina, sino en otras partes del mundo.

  1. República Dominicana

En 1965, el entonces dictador de éste país caribeño, Rafael Leónidas Trujillo, fue asesinado después de 31 años de gobierno.[34] En 1962 fue elegido  el primer presidente democrático de República Dominicana, Juan Bosch, quien fue derrocado rápidamente, dando lugar a un período de inestabilidad política.[35] Le sucedió un gobierno conformado por un triunvirato militar, tras lo que comenzó un numero de confrontaciones bélicas dentro del país. En 1965, enfrascados en una lucha interna que por un lado buscaba la reinstauración de Bosch (los Constitucionalistas), y por el otro protegía a Donald Reid Cabral (los Fieles), la denominada “Junta de San Isidro” solicitó a E.E.U.U. la intervención para garantizar el orden y la seguridad de personas y bienes extranjeros.[36]

Motivados por este hecho, y por los rumores de la existencia de una tendencia comunista por parte de los partidarios de Bosch, el 28 de abril de 1965, la infantería de marina norteamericana desembarcó en las costas de República Dominicana.[37] Ésta invasión fue aprobada por la Organización de Estados Americanos, la cual también consideró necesaria la creación de una Fuerza Interamericana de Paz. A pesar de que no se había logrado detener la lucha armada, el 4 de mayo del mismo año se eligió en República Dominicana al coronel Caamaño Deno para ejercer la presidencia provisional.[38] Las discusiones de la OEA evitaban que las Fuerzas Interamericanas pudieras suscitar la paz en la región, hasta que finalmente después de una reunión en Rio de Janeiro, la FIP fue constituida e intervino en el conflicto.[39]

El 3 de septiembre Héctor García Godoy asumió la presidencia y convocó a elecciones, en las que triunfó Joaquín Balaguer, acérrimo compatriota de Trujillo.[40] La Fuerza Interamericana de paz se retiró de República Dominicana el 21 de septiembre de 1966; sin embargo, Balaguer siguió siendo una figura de importancia política hasta el año 2000.[41]

Los años siguientes el país caribeño continuó siendo un área de terror para los revolucionarios; se estima que en 1970 una persona desaparecía cada 34 horas.[42] Asimismo, las estimaciones del conflicto establecen que alrededor de 44 soldados estadounidenses murieron durante la intervención, 11 del personal de la FIP y entre 6,000 y 10,000 dominicanos, la mayoría de ellos civiles.[43] Sin embargo, los costos intangibles también fueron considerables. Dicha intervención redujo las posibilidades del éxito de las reformas que se buscaba establecer en la República Dominicana; de la misma forma, ocasionó una mayor fragmentación política y la dependencia con los Estados Unidos, causando una mayor inmigración Dominicana. Los costos de esta intervención siguen rondando al país caribeño y teniendo repercusiones en sus políticas y desarrollo económico actual.

  1. Chile

         Durante las elecciones Chilenas de 1961, el gobierno de Kennedy, temiendo la elección de un presidente marxista, creó un comité electoral compuesto de altos oficiales del Departamento de Estado, la CIA y la Casa Blanca.[44] Tras apoyar económicamente a varios partidos no izquierdistas, el gobierno de los E.E.U.U.  optó por el candidato del centro, Enrique Frei como la opción más factible para impedir el acenso de Salvador Allende al poder.[45] Dicha campaña tuvo el éxito buscado, dándole a Frei la presidencia con el 56% de los votos chilenos.[46] Durante el gobierno de Frei, el embajador de los E.E.U.U. se concentró en estrechar las relaciones entre los países, lo que resultó en la dependencia casi total de las fuerzas armadas chilenas de la tecnología americana.[47]

Sin embargo, en las elecciones de 1970 Allende triunfó por una minoría de votos a pesar de los esfuerzos en contrario del llamado “Comité 40”, un grupo intersecretarial de alto nivel.[48] Como respuesta, el gobierno Norteamericano decidió inducir al presidente Frei para que impidiera que Allende fuera elegido por el Congreso, o en caso de que esto fallara, inducir un golpe de estado en los militares chilenos.[49] En un principio se esperaba que se diera la maniobra reeleccionista de Frei; sin embargo, dichas operaciones fallaron. El presidente Nixon pidió a la CIA impedir que Allende llegue al poder, o en caso de que lo hiciera, deponerlo.[50] Uno de los principales problemas que el intento de golpe presentó provino del Comandante en jefe del Ejército, el General René Schneider, quien insistía que se debía respetar el proceso constitucional a toda costa.[51]

El 22 de octubre de 1970, el General Schneider murió durante un intento de secuestro. Sin embargo, el asesinato únicamente sirvió para fortalecer la posición de Allende, y dos días después su presidencia fue confirmada por el Congreso y el 3 de noviembre de 1970 tomó el poder.[52] Durante su gobierno, la CIA continuó esforzándose por lograr el golpe de estado, realizó operaciones de lo que funcionarios estadounidenses llamaron una “triada” de tentativas políticas; por un lado propaganda anti allendista entre la población y la cámara legislativa, por otro lado, la insinuación de que Allende planeaba apoderarse de la fuerzas armadas y finalmente el “bloqueo invisible” de préstamos y créditos a Chile.[53] Ésta política de desestabilización que incluyó apoyo e inducción a huelgas, propagación y creación de propaganda e intensificación de la escasez, llegó a su clímax el 11 de septiembre de 1973.[54]

El golpe comenzó en la costa de Valparaíso con el despacho de las tropas chilenas rumbo a Santiago[55] bajo el mando del General Augusto Pinochet.[56] El presidente Allende, ante la crisis, se dirigió con un grupo de amigos armados al palacio de La Moneda.[57] Pinochet llegó al comando de telecomunicaciones y emitió la primer proclama militar, exigiendo a Allende la renuncia de su cargo y la entrega del mismo a la Junta de Gobierno, la cual estaba integrada por Pinochet, Leigh Merino y Mendoza, los jefes supremos de las Fuerzas Armadas.[58] Se le propuso también un ultimátum; debía desalojar La Moneda antes de las once, de lo contrario sería atacado.

Tras su negativa, el presidente emitió su último mensaje a la nación; a las 10:30 de la mañana, los tanques abrieron fuego contra La Moneda. A las 2:20 de la tarde el general Palacios mandó derribar la puerta del edificio, Allende decidió rendirse y según cuentan los testimonios, se suicidó.[59] Después de haber sido destituido Salvador Allende, sobrevino una dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet, la cual duró dieciséis años, durante la cual Chile se convirtió en una especie de “prueba piloto” del sistema neoliberal liderado por Richard Nixon y Margaret Thatcher.[60]

Las consecuencias que el autoritarismo de Pinochet tuvieron en Chile son conocidas por la mayoría de los Latinoamericanos. Identificado como uno de los dictadores más crueles, sangrientos y que menos desarrollo económico obtuvo, Pinochet es un nombre detestado en el territorio chileno. Durante éste período, se cometieron sistemáticas violaciones a los derechos humanos, se suprimieron los partidos políticos y por ende la democracia; asimismo, el Estadio Chile se convirtió en un centro de detención donde cerca de 30,000 partidarios de la Unidad Popular fueron hechos prisioneros, muchos torturados y asesinados.[61]

Además de la disminución de los derechos civiles y humanos, el gobierno de Pinochet tuvo terribles repercusiones en la situación económica del país. La economía de Chile fue dejada en manos de los llamados “Chicago Boys”, seguidores de las teorías neoliberales de Milton Friedman y Arnold Harberge. La educación de estos jóvenes economistas tuvo como resultado el Proyecto Chile, organizado por el Departamento de Estado de los E.E.U.U.[62] Sin embargo, los efectos de su experimento fueron en su mayoría negativos; a finales de 1975 la tasa anual de inflación del país había alcanzado 341%, la más alta del mundo en esa época; la mortalidad infantil se elevó a un 18% y el desempleo incrementó del 3% al 22% y continuó aumentando hasta que en 1976 un cuarto de la población se encontraba desempleada.[63] Estas son tan sólo algunas de las consecuencias negativas que tuvo la intervención norteamericana en Chile, lo cual dio paso a un inevitable movimiento antiyanquista.

  1. El Boom Latinoamericano

He elegido hablar del Boom, no solamente por mi gusto personal por este movimiento literario, sino también porque comprendo la importancia e impacto profundo que tuvo en América Latina durante la Guerra Fría. Muchos de los autores que representaron el movimiento vivieron, huyeron o apoyaron a regímenes socialistas.

         El Boom Latinoamericano surgió entre las décadas de 1960 y 1970, en medio de una turbulencia política y social; el trabajo de estos autores se vio profundamente influenciado por el contexto en el que vivieron, reflejando la perspectiva social de la región. Durante esta década, muchos países de America Latina se encontraban bajo dictaduras militares apoyadas generalmente por los E.E.U.U. bajo el pretexto de frenar el comunismo. Estas dictaduras ocasionaron la fuga de intelectuales americanos a Europa, puesto que se realizaban persecuciones a intelectuales por miedo a que se diera una revolución comunista.[64]

Este fenómeno literario comenzó a identificar internacionalmente a aquellos escritores latinoamericanos de gente exiliada o autoexiliada con una historia común. Aunque sus estilos fueron diferentes, se encontraban los mismos temas en casi toda la literatura,[65] la mayoría de ellos tuvieron un carácter marcadamente político. Es innegable que Bahía de Cochinos y la Revolución Cubana, temas desarrollados con anterioridad, influenciaron profundamente a muchos miembros de éste movimiento literario.

Mario Vargas Llosa, Guillermo Cabrera Infante, Jorge Edwards y Juan Goytisolo defendieron la revolución de Castro como ejemplo cultural y político para Latinoamérica.[66] Sin embargo, cuando al escritor Heberto Padilla se le obligó a firmar una confesión de traición en contra de la revolución cubana, los literatos se polarizaron en distintas ideas. Por un lado los críticos de la revolución, y por el otro sus defensores.[67] A partir de ese momento, el grupo de los Latinoamericanos, que habían disfrutado de gran popularidad en Europa, se vieron polarizados por dos ideas distintas; por un lado aquellos que apoyaban a la izquierda (la revolución cubana y a los soviéticos), y por el otro aquellos que los identificaban como regímenes despóticos. Aún así, todos se vieron influenciados por su postura al respecto.

  • Conclusión

Finalmente, la paranoia que sufrió el gobierno norteamericano ante la posibilidad de que se estableciera un régimen comunista en Latinoamérica, los llevó a realizar acciones que violentaron la soberanía de los países de ésta región, así como a tomar medidas que tuvieron impactos terriblemente negativos en las naciones. Es importante señalar que todas las intervenciones que hemos mencionado fueron totalmente ilegales y tuvieron motivaciones ideológicas que violentaron, en la mayoría de los casos, la democracia legal de los países en cuestión. Asimismo, el Boom Latinoamericano surgió como un movimiento representativo de la Guerra Fría en América Latina, siendo actualmente el movimiento literario más representativo de ésta región. Su relevancia radica, no solo en su valor artístico, sino también en el social, político e ideológico de América Latina.

  • Bibliografía
  • “April-The U.S. Invasion of the Dominican Republic and the Heroism of the Dominican People”. Revolution Newspaper, RCP Publications, Chicago, Illinois, abril del 2015.
  • Batista Ramos, Má “El Boom literario Latinoamericano”. Revista Dominical, La Patria, 12 de abril del 2015.
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  • “Hoy de cumplen 50 años de la Segunda Invasión milita de EEUU a República Dominicana”. Periódico acento, Política, Editora Acento SAS, Santo Domingo, República Dominicana, 28 de abril del 2015.
  • Navarro, Álvaro. “Historia: EEUU en el Golpe de Estado contra Allende”. Lebrijia Digital, La revista cultural de Lebrijia, Septiembre del 2016.
  • La Revolución Cubana. Instituto Tecnológico Autónomo de México, Estudios; filosofía-história-letras, 1994.
  • Lourdes Carbone, Valeria. “Cuando la Guerra Fría llegó a América Latina, La política exterior Norteamericana hacia Latinoamérica durante las presidencias de Eisenhower y Kennedy (1953-1963)”. Centro Argentino de Estudios Internacionales, Programa historia de las Relaciones Internacionales, No 8, mayo del 2006.
  • Maffeo, Aníbal José. “La intervención en la República Dominicana”. Revista Relaciones Internacionales, No 28, Instituto de Relaciones Internacionales, 2005.
  • Malatesta, Pedro. “El Golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende”. La izquierda Diario, Red Internacional, 11 de septiembre del 2015.
  • Murillo Jiménez, Hugo. La Intervención Norteamericana en Guatemala en 1954. Dos interpretaciones recientes, Universidad de Costa Rica, Escuela de Historia y Geografía, Anuario de Estudios Centroamericanos, 11(2), 1985.
  • Tezucún, Armando. “Guatemala: La Revolución del 20 de Octubre 1944”. El Socialista Centroamericano, 28 de octubre del 2008.

[1] Lourdes Carbone, Valeria. “Cuando la Guerra Fría llegó a América Latina, La política exterior Norteamericana hacia Latinoamérica durante las presidencias de Eisenhower y Kennedy (1953-1963)”. Centro Argentino de Estudios Internacionales, Programa historia de las Relaciones Internacionales, No 8, mayo del 2006, p. 8.

[2] Tezucún, Armando. “Guatemala: La Revolución del 20 de Octubre 1944”. El Socialista Centroamericano, 28 de octubre del 2008, p.1.

[3] Idem.

[4] Idem.

[5] Idem.

[6] Idem.

[7] Idem.

[8] Lourdes Carbone., Op. Cit., p. 8-9.

[9] Ibidem, p. 9.

[10] Murillo Jiménez, Hugo. La Intervención Norteamericana en Guatemala en 1954. Dos interpretaciones recientes, Universidad de Costa Rica, Escuela de Historia y Geografía, Anuario de Estudios Centroamericanos, 11(2), 1985, p. 151.

[11] Idem.

[12] Lourdes Carbone., Op. Cit., p. 10.

[13] Idem.

[14] Murillo Jiménez., Op. Cit., p. 152.

[15] Lourdes Carbone., Op. Cit.

[16] Ibidem, p. 11.

[17] Idem.

[18] Ibidem, p. 12.

[19] Idem.

[20] Idem.

[21] Idem.

[22] Ibidem, p. 13.

[23] Idem.

[24] Idem.

[25] Idem.

[26] Ibidem, p. 14.

[27] Idem.

[28] Ibidem, p. 15.

[29] Idem.

[30] Idem.

[31] Ibidem, p. 16.

[32] Idem.

[33] Ibidem, p. 16-17.

[34] Maffeo, Aníbal José. “La intervención en la República Dominicana”. Revista Relaciones Internacionales, No 28, Instituto de Relaciones Internacionales, 2005, p. 1.

[35] Idem.

[36] Idem.

[37] “Hoy de cumplen 50 años de la Segunda Invasión milita de EEUU a República Dominicana”. Periódico acento, Política, Editora Acento SAS, Santo Domingo, República Dominicana, 28 de abril del 2015, p. 1.

[38] Maffeo., Op. Cit., p. 2.

[39] Ibidem, p.2-3.

[40] Ibidem, p. 3; “April-The U.S. Invasion of the Dominican Republic and the Heroism of the Dominican People”. Revolution Newspaper, RCP Publications, Chicago, Illinois, abril del 2015, p. 1.

[41] Idem; Idem.

[42] Idem.

[43] “Hoy de cumplen 50 años. Op. Cit.

[44] Blum, William. La intervención de la CIA en Chile, Killing Hope. Extracto del libro; Killing hope, U.S. Military and CIA Interention since World War II. Archivo Chile, Centro de Estudios Miguel Enriquez, 1995, p. 1.

[45] Idem.

[46] Idem.

[47] J. Navarro, Álvaro. “Historia: EEUU en el Golpe de Estado contra Allende”. Lebrijia Digital, La revista cultural de Lebrijia, Septiembre del 2016, p. 1.

[48] Estados Unidos y el Golpe de Estado en Chile contra Salvador Allende. Centro de Estudios Miguel Enriquez, Archivo Chile, 2005, p. 2.

[49] Ibidem, p. 3.

[50] Idem.

[51] Blum., Op. Cit., p. 3

[52] Idem.

[53] Estados Unidos y el Golpe de Estado, Op. Cit., p. 4-5

[54] Blum., Op. Cit., p. 5-6.

[55] Ibidem, p. 6

[56] Malatesta, Pedro. “El Golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende”. La izquierda Diario, Red Internacional, 11 de septiembre del 2015, p. 1.

[57] Idem.

[58] Idem.

[59] Idem.

[60] Idem.

[61] Idem.

[62] Idem.

[63] Idem.

[64] Batista Ramos, Márcia. “El Boom literario Latinoamericano”. Revista Dominical, La Patria, 12 de abril del 2015, p.1.

[65] Idem.

[66] La Revolución Cubana. Instituto Tecnológico Autónomo de México, Estudios; filosofía-história-letras, 1994, p. 1.

[67] Idem.